4 trucos para hablar español sin pensar en español
Y, ¡cómo lo prometido es deuda! Aquí os dejo la segunda solución de la que os hablé en el artículo anterior.
Ya os comenté que una de las mejores maneras o si no, la más conveniente para poder hablar una lengua extranjera de forma natural, era realizando una inmersión lingüística. Pero también os dije que existía una segunda solución. Os aseguro que, tanto los que tengamos la opción de viajar al país de la lengua que aprendemos como los que no (aunque en esta situación de pandemia somos más los que no); tenemos a nuestro alcance esta solución. Pero, antes de contaros de qué se trata, he de deciros que esta última no es incompatible con la primera, sino todo lo contrario; viajéis o no, es muy aconsejable ponerla en práctica.
Y ya, sin más dilación os diré que la idea fundamental en la que se basa esta propuesta es: cómo hablar español sin pensar en español. Según lo leéis pensaréis:
“Eso ya lo estoy haciendo, ¿qué tiene de nuevo esto?”
Pues bien, cierto es que, puede que sin darte cuenta, ya estés usando esta solución. Por eso, mi intención con este artículo es simplemente aconsejarte y, en cierta manera, guiarte por un camino más sencillo hacia el aprendizaje.
Para poner en práctica esta idea anterior, solo basta con alejarse del método que normalmente empleamos al hablar una lengua que no es la nuestra. Es decir, se trata de utilizar un sistema más práctico y simple. Vamos a pensar en nuestra lengua materna sí, pero lo haremos de una manera que nos resulte más eficaz y rápida; porque al fin y al cabo lo que queremos es que nos entiendan ¿no? Para emplear un lenguaje más culto y tratar temas más específicos, ya tenemos a los expertos nativos en esas materias o, simplemente ciertos manuales. A no ser, que quieras convertirte en uno de ellos, entonces te aseguro que necesitarás algo más que mis consejos y experiencias.
Cuando hablo de utilizar un sistema más práctico y simple, me estoy refiriendo a hablar de una manera sencilla; a emplear sin miedo, todo lo que hayamos aprendido sobre esa lengua pero siempre pensando antes qué elemento (palabra, frase, expresión…) se adecua más a lo que quiero decir y exprese mayor contenido con una dificultad menor.
Os explico todo esto de una manera más sencilla. Partiendo de que mi objetivo es comunicarme; es decir que la otra persona entienda mi mensaje. Lo que debo tener presente en todo momento es lo siguiente:
1.-FRASES HECHAS
Voy a utilizar siempre que pueda frases hechas y no palabras sueltas. ¿Por qué?
Pues por el simple hecho de que si empleo palabras sueltas, emplearé mucho más tiempo del que debería en decir la idea que quiero transmitir.
y es muy probable que, obviando el nivel que poseo de la lengua, cometa errores que conlleven un mensaje mal estructurado y por consecuente, no comprensible. Mientras que con el uso de frases hechas, además de ahorrar tiempo (no queremos aburrir a nuestro receptor), facilitas inconscientemente, el aprendizaje de elementos gramaticales; por lo que cometerás menos errores y tu mensaje será claro. Además, estas frases hechas las puedo utilizar tanto para iniciar una conversación, como para introducir un tema, cambiar a otro, o concluirlo. Es decir, dan ese carácter práctico al sistema que queremos utilizar.
2.-FRASES CORTAS
Para conseguir que mi mensaje llegue de manera rápida y se pueda entender, debo emplear en cada situación comunicativa, frases cortas.
No porque añada más adjetivos, conectores, verbos y demás elementos, mi mensaje va a ser más claro.
Todo lo contrario, lo que voy a conseguir es que la persona que se está comunicando conmigo, o bien intente comprenderme sin ningún resultado o, acabe por desconectar de la conversación. Es verdad que también puede desconectar porque no le guste lo que decimos, o porque simplemente no seamos de su agrado (¡todo puede ocurrir, eh!); por eso siempre educación y simpatía. Y bien, volviendo a nuestro tema, siempre es mejor un mensaje corto y con una idea clara, que un mensaje demasiado extenso y muy enrevesado.
3.-VERBOS SIMPLES Y VOCABULARIO SENCILLO
Enlazando con la idea anterior, es más conveniente el empleo de verbos simples; así como un vocabulario sencillo adaptado al tema que se esté tratando. A la persona que te está escuchando e intentando descifrar tu mensaje, no le interesa, a no ser que sea un profesor o cargo relevante, que emplees una sintaxis compleja o unas estructuras complicadas.
Recuerda, sólo quieren ENTENDERTE.
Y no por usar un vocabulario sencillo pero adecuado y unos verbos más simples, vas a esforzarte menos. El esfuerzo que estás realizando es un esfuerzo con un fin comunicativo.
4.-PRONUNCIACIÓN
Por último, no debes olvidar la pronunciación. Volvemos a un aspecto importante que ya comenté en el artículo anterior, el nivel que poseas de esa lengua es fundamental. Pero en este caso,
la pronunciación es algo que importa, si quieres que te entiendan.
No hablo de que pronunciemos de manera perfecta, no somos nativos. Pero tampoco de pronunciar como si nunca hubiésemos escuchado aunque sea, una canción en esa lengua o no hayamos realizado una actividad de escuchar y comprender, el llamado en inglés ‘listening’. El simple hecho de tener la intención de pronunciar bien; por lo menos distinguiendo los sonidos básicos, dará como resultado que nuestro receptor como mínimo siga la conversación. A la vez que, le facilitará la comprensión del mensaje. Y ¡cuidado!, que seguro que estaréis pensando en el acento cuando leéis esto. Pues no pasa nada, el acento no debéis tenerlo en cuenta en estos casos. Obviamente, es importante tratarlo si quieres tener un dominio completo de esa lengua. Pero el acento no te dificultará transmitir tu mensaje.
Como conclusión a todas estas ideas:
Hay que quitarse todos los miedos a la hora de hablar una lengua extranjera, confiar en uno mismo y en todo lo que has aprendido y, cómo no, tener clara la idea que quieras transmitir.
Espero humildemente haberos guiado en cierta manera a que os comuniquéis en otra lengua; sin tener que viajar a ese país de la lengua que aprendéis y, con el solo hecho de simplificar y hacer más útil y práctico un sistema de comunicación que todos emplearemos alguna vez en nuestras vidas.